lunes, 26 de junio de 2017

Las Necesidades Olvidadas de las Mayorías que Menos Tienen

                                                                        Alberto Jiménez Merino
                                              Director del Centro de Innovaciones Agroalimentarias y Tecnológicas



Los que menos tienen son más de 60 millones de mexicanos pobres, agrupados en al menos una de las siete carencias identificadas por instancias gubernamentales encargadas de atenderlos. Son una mayoría poblacional y también la mayor vergüenza de las políticas públicas por su gran olvido.

Gobiernos van y vienen, en los tres órdenes, de todos los colores partidistas, sin embargo al menos en los últimos 30 años la pobreza se mantiene en su mismo nivel con tendencia a crecer.

Una de las mayores razones que se pueden señalar es que las políticas públicas no han puesto a las personas en el centro de su atención. O no existen estas políticas y en su lugar se han creado programas u ocurrencias que a decir de la vox populi tienen fuerte orientación a lograr la trascendencia del gobernante y a hacer negocio con los recursos públicos.

Las necesidades de las mayorías que menos tienen están olvidadas porque muchos gobernantes nunca las conocieron. Y no es ningún pecado no saber, pero si es muy condenable no querer aprender. Y no obstante que durante las campañas hay un importante acercamiento con la población para convencerla de ser la mejor opción, llegando al poder hay alejamiento de la gente.

Una cosa es la campaña para llegar y otra muy diferente, el ejercicio del gobierno. El elogio de la traición; nunca un verdadero líder se preocupó por cumplir sus promesas. Y parece que así seguirá siendo hasta la eternidad si no se promueve la innovación política. Una nueva y mejor política.

En cada campaña estas mayorías tienen acceso a importantes cantidades de playeras, sombrillas, despensas, mandiles, machetes, paquetes de herramientas, semillas, plumas, sartenes, juguetes para los niños, regalos para las madres y ofensivas cantidades de baratijas.  Y lo practican lo mismo el PRI, el PAN, el PRD y hasta los que lo critican como MORENA. Y no se diga del incontable número de promesas, muchas por cierto sin sentido ni sustento.

De cara a la Asamblea Nacional del PRI en agosto próximo y por supuesto en la antesala de las próximas elecciones federales del 2018 es necesario analizar y reconocer que el PRI y sus gobiernos se han alejado de la gente y, de sus necesidades más sentidas. Por eso nos han ido abandonando en las urnas y se han ido a engrosar filas de otras opciones políticas a las que el PRI ha dado hasta candidatos.

Las necesidades más sentidas de las mayorías que menos tienen siempre han sido tener alimentos suficientes en cantidad y calidad, que eliminen la vergonzante desnutrición, el excesivo consumo de comida chatarra, grasas, refrescos y alcohol. Atender la alimentación que hoy nos ha conducido a sobrepeso, obesidad y su mayor consecuencia, la diabetes que provoca hipertensión arterial y múltiples problemas a la salud.

Estas mayorías sin decirlo siempre han necesitado que la educación incluya sus principales necesidades en los contenidos educativos; educación financiera, educación alimentaria, valores cívicos, liderazgo, educación ambiental, identificación de talentos y vocaciones. Que las universidades formen líderes más vinculados a sus  comunidades y regiones. Pero también que sus escuelas sean espacios dignos, con agua y baños.

Las mayorías demandan que haya medicamentos suficientes en los hospitales y centros de salud. Sin descuidar esto, quizá la petición silenciosa más importante es que haya más acciones de salud preventiva para que  haya menos enfermos y que los médicos de hospitales públicos no tengan que cubrir una cuota de consultas como meta del día.

Estas mayorías demandan vivienda digna para que el hacinamiento deje de ser un ancla para el desarrollo familiar y sea la base de una vida plena que impulse mayores metas personales a sus integrantes.

Empleo digno con ingresos suficientes donde el emprendimiento sea ya, una cultura arraigada en los niños y jóvenes. Que los sectores productivos tengan la orientación, capacitación y apoyos reales que permitan el desarrollo de proyectos replicables, accedan a mercados y dejen de ser solo estadística en informes donde se apoya a miles, aun cuando sabemos que son puros paliativos sin ningún impacto.

Y no olvidemos que las mayorías quieren escuchar menos de aumento en presupuesto y número de policías, botones de pánico o patrullas, coordinaciones de C4, C5, C10, policías únicas, mandos únicos, policías metropolitanas. Lo que la gente quiere es más seguridad y tranquilidad en sus personas, familias y escasas posesiones.

lunes, 19 de junio de 2017

Día del Padre, de Andar Cansado con 60 y Tantos Años de Esperanza

Alberto Jiménez Merino
                                              Director del Centro de Innovaciones Agroalimentarias y Tecnológicas

Soltar los bueyes a las cuatro de la mañana y cuidarlos para que comieran y al llegar el amanecer ponerles el yugo y pegar el arado para iniciar las actividades agrícolas. Lo recuerdo muy bien, esa fue una de las primeras instrucciones y enseñanzas de mi padre, en ese entonces, desde que yo tenía cuatro años, todas fueron relacionadas con el trabajo que realizaba la familia.

No había tiempo para amanecer en el petate; aún no había camas… tampoco había tiempo para jugar, ni había juguetes ni medios para comprarlos. Trabajar, medio comer y descansar y, a partir de mis 7 años, ir a la escuela. Al regresar comenzaban nuevamente las tareas del campo o de la casa. No había más rutina que esa. De acuerdo con las valoraciones actuales eso podría denominarse explotación infantil, para mí son las prácticas familiares de las que siempre estaré muy agradecido. A la fecha, no encuentro aún otra forma de aprender que no sea haciendo las cosas.

Mi padre fue quien me enseñó los trabajos del campo y el gusto por la agricultura, por la ganadería y mi relación con los peces. Agricultor, cuidador de animales y pescador forman parte de mi currículum de origen. También fui leñador, sembrador, cultivador y cosechador; acarreador de agua, llevar el nixtamal al molino, vendedor de limón, sandía y guaje, se agregaron después.

Y mi padre también me enseñó a tener fe y esperanza. A salir adelante aún en la mayor adversidad. La fe, la certeza de que las cosas se pueden lograr, da mucho poder y seguridad. Y la esperanza, la espera optimista, es lo último que se debe perder, lo último que debe morir en un ser humano.

Honrar la palabra, ser leal a lo que piensas y crees para actuar con base a ello y no a lo que piensan, creen o desean los demás, forma parte importante de las enseñanzas recibidas de un hombre que solo pudo llegar con dificultades al segundo año de primaria.

Nació en Tecomatlán, Puebla. Dedicado al trabajo, hombre íntegro y formal. Padre de 11 hijos. De carácter fuerte y bajo circunstancias de presión, un poco salvaje en el trato con sus hijos. Sin tiempo para un abrazo o un beso cariñoso. Casi sin palabras para expresar alegría o transmitir su amor paterno. Como todos los padres y madres, quería siempre lo mejor para sus hijos. Pero no sabía cómo hacerlo. Y con orientación de amigos, logró varias hazañas.

Uno de los primeros días de junio de 1971 que estábamos desayunando, sentados sobre el surco de un cultivo de cacahuate y debajo de un árbol de guaje verde, me preguntó que si quería seguir estudiando. Ya tenía más de un mes que mi maestro
de quinto año lo había llamado, junto con mi madre, para decirles que me apoyaran para seguir haciéndolo.

Fue entonces que le contesté con objetividad, poca fe y reducida esperanza, sabiendo de las limitaciones económicas prevalentes: “si se pudiera, me gustaría”. No dijo nada. Unos minutos después, se paró, me dio instrucciones para el resto del día y se fue. Después de la media noche y tras una “normal” discusión con mi madre, supe que había conseguido una beca para que yo estudiara el sexto año de primaria en el Internado José Amarillas de Tlaxcala.

Con esa gran gestión de mi padre, el apoyo de mi maestro y el apoyo permanente de mi madre, salí de mi pueblo el 2 de septiembre de 1971. Luego vino la secundaria en Panotla, gestión magistral que mi madre hizo y, después Chapingo, con el apoyo indiscutible de Rubén Sanluis Meneses.

Mi padre ha sido un sembrador. Unas semanas después de mi partida y habiéndose agotado las tierras para sembrar sandía en Tecomatlán, decidió mudarse con la familia a Tehuitzingo, en octubre de 1971. Y fue a ese lugar para convertirse en el primer sembrador de ese fruto en la historia del pueblo, pero también de jitomate. Allí se asentó la familia después de peregrinar por varios campos de Tehuitzingo.

Miguel Jiménez Veliz, mi padre, ha sido más recientemente el primer sembrador de pastizales. Me acompañó cuando propuse al ex gobernador de Puebla, Manuel Bartlet Díaz, el proyecto regional de la Mixteca Poblana en el año 1994. Es también el primer sembrador de bambú, de jatropha, es criador de tilapia y de pescado bagre y, en los últimos 5 años, el primer cultivador de higos.

Un padre imperfecto como lo somos todos nosotros, pero un gran maestro y guía para formar gente de bien, que reconocemos en el trabajo la única vía valedera para el progreso. Porque si no puedes dar a los demás, por lo menos, no les quites. Si no les puedes ayudar a resolver sus problemas, no les des más.


Por todo lo anterior, un reconocimiento a mi padre, pero también a todos los padres, seres humanos que siempre buscan lo mejor para sus hijos y que son pilares fundamentales para seguir formando personas de bien.

lunes, 12 de junio de 2017

Cambio Climático, Gran Riesgo para las Futuras Generaciones

Alberto Jiménez Merino
Director del Centro de Innovaciones Agroalimentarias y Tecnológicas


En 1985 me encontré,  por primera vez, con  un artículo sobre el cambio  climático. Hoy en día, este fenómeno amenaza a 400 millones de personas tan solo por la elevación del nivel del mar que provocaría el  derretimiento de los  polos.

No es ocioso recordar que en los últimos 50 años se han multiplicado por siete los pagos por afectaciones debidas a fenómenos meteorológicos a nivel mundial. No es un tema menor. Es una gran preocupación para la población actual y muy grave para las futuras generaciones.

Recuerdo que en el campo nuestros viejos siempre se hacían de un calendario de Galván al iniciar cada año. Era una herramienta informativa muy precisa sobre el inicio y termino de la época de lluvias, tan importante para los ciclos de siembra. 

Pero hoy, todos los fenómenos meteorológicos están alterados. Son más intensos, inciertos y devastadores, tales como las sequías y las lluvias torrenciales, los huracanes, heladas y nevadas, tornados y  granizadas como piedras de hielo.

El clima es el estado promedio de la atmósfera terrestre, medido a través de los fenómenos meteorológicos que definen el tiempo durante un periodo mínimo de 30 años.  El clima no cambia de un día a otro, ni siquiera de un año a  otro. Lo que escuchamos en la radio o vemos por la televisión y redes sociales es el estado del tiempo: “El tiempo para hoy es lluvioso, frío, con viento, nublado, cálido”. Por ello, decir “el clima para hoy” es incorrecto.

Es importante recalcar que el clima está cambiando porque se han roto los equilibrios y ciclos ambientales, entre ellos el ciclo del agua, las corrientes de vientos, la temperatura de los mares, etc.

Mucho tiene que ver la contaminación ambiental también. Recientemente se ha reportado la existencia de cuatro grandes islas de basura de 2 millones de kilómetros cuadrados cada una. Una sola, ubicada en el pacifico norte, se estima que tiene 100 millones de toneladas de plástico.

Hay un gran deterioro mundial del ambiente, pérdida de especies como la vaquita marina o la totoaba en el Mar de Cortes.  En general, se calcula que ya hemos perdido el 90 por ciento de las grandes especies marinas y el 40 por ciento de las especies animales.

Hace unos días se informaba de un gran desprendimiento de hielo de casi el 20 por ciento de la región “C” de la Antártida creando con ello el mayor iceberg de la historia. Sorprendentemente, también se daba cuenta sobre la aparición de pasto en áreas que siempre habían estado cubiertas de hielo.

En este contexto, es importante señalar que no se puede comprender la falta de respaldo del Gobierno de los Estados Unidos al Acuerdo de París, el cual implica la reducción de las emisiones a la atmósfera.

Tampoco se puede entender la pobre atención que se da al cambio climático en los contenidos educativos de la mayoría de los países, la falta de leyes y regulaciones sobre el cambio climático y, no obstante, existiendo las leyes correspondientes, que no se cuente con programas y presupuestos suficientes para atender un problema que nadie desea llegue a afectar la vida y comprometer el futuro  de nuestros hijos.

El cambio climático ha estado afectando el crecimiento económico de la mayoría de los países. Las afectaciones a infraestructura pública, patrimonio familiar, sectores productivos y a la biodiversidad son trascendentes, pero actualmente tenemos nuevas plagas y enfermedades, o han crecido las áreas de influencia de determinados insectos tales como los mosquitos causantes de varias enfermedades y hay una mayor presencia de plantas parásitas en árboles urbanos y bosques.

Por ello, se requiere de una atención integral que debe iniciar desde la educación en las escuelas, información a la población para mitigar las acciones que deterioran el ambiente así como una gran voluntad política de los gobiernos para atender realmente prioridades como la sobrevivencia humana.

La casa en donde vivimos se está calentando y  el barco en el que viajamos  tiene un destino cada vez más incierto.

Acontecimientos como la granizada de Paraguay, el desprendimiento de una porción de la Antártida, las nevadas en los Estados Unidos, las grandes sequias e inundaciones, la pérdida de vidas humanas, animales y plantas, no son un juego de niños. Es una amenaza grave para el futuro del mundo. 

lunes, 5 de junio de 2017

Drones, una Herramienta para Mejorar la Productividad Agrícola

Alberto Jiménez Merino
                                              Director del Centro de Innovaciones Agroalimentarias y Tecnológicas


Pruebas realizadas por AGRODRONES Puebla, en plantaciones de higo del Centro de Innovaciones Agroalimentarias y Tecnológicas (CIAT) en el municipio de Tehuitzingo, en el estado de Puebla, demostraron que un dron puede fumigar una hectárea en tan solo 12 minutos, lo que a una persona le llevaría todo un día.

Las plagas y enfermedades de los cultivos consumen en promedio un 30 por ciento de los rendimientos potenciales. Cada productor que no controla plagas y enfermedades cosecha un tercio menos y algunas veces nada, debido a la incidencia de problemas sanitarios.

En los últimos años, en México el ataque de la roya del café ha sido notable al igual que la presencia de la sigatoka negra del plátano que es algo ya común que requiere control permanente. En el estado de Puebla, en los últimos 5 años han aparecido nuevas enfermedades y plagas como el tizón norteño en el maíz y el pulgón amarillo en el sorgo, causando importantes daños a la producción.

En 2007, la plaga de gusano soldado afectó más de 8 mil hectáreas de maíz en la región de Tehuacán, Tlacotepec de Benito Juárez y Tepanco de López y su control solo fue posible fumigando con 2 avionetas durante 3 días lo cual, manualmente, hubiera sido imposible por la extensión y altura de las plantas.  

La fumigación de cultivos para combatir plagas y enfermedades aún se sigue haciendo predominantemente de forma manual y aunque hay avances en la mecanización, esta  tiene aún  baja cobertura.

La fumigación con Drones representa ventajas como la rapidez con que se realiza. Dependiendo del cultivo, esta puede variar de 10 a 15 minutos por hectárea en comparación con el promedio de un día en el que un hombre puede solo abarcar una hectárea mediante la forma manual.

También son muy notables las ventajas en la eliminación de riesgos a la salud de los trabajadores encargados de estas labores que hoy puede hacer el Dron.

La obligación legal de la prueba Acetil Colinesterasa que las empresas agrícolas deben hacer cada 6 meses a sus trabajadores para verificar su salud, se puede ahorrar ahora con el dron, dando así mayor protección a su personal.

Otra ventaja es el ahorro de producto, el cual disminuye los costos y la contaminación de suelos y aguas al lograr una mayor efectividad en las aplicaciones. Muy recomendable desde una hectárea hasta  grandes extensiones, especialmente donde la mano de obra es escasa.

El uso de dron tiene aplicaciones en la fumigación con agroquímicos, la fertilización foliar y la dispersión de herbicidas en forma líquida. Cultivos como higo,  café, maíz, caña de azúcar, cítricos, cebada, trigo, sorgo, zanahoria, brócoli, cebolla y similares, hoy tienen esta posibilidad tecnológica.

Actualmente, la fertilización foliar se requiere con mayor intensidad ante la reducción de la fertilidad de los suelos y la necesidad de aumentar los rendimientos en los cultivos. Esta forma de nutrición vía las hojas, está evaluada con un 95 por ciento de efectividad en relación con la fertilización al suelo. En este último caso, hay cultivos que requieren aplicaciones cada 8 días o correcciones rápidas de corto plazo.

El control de malas hierbas debe ser oportuno en los cultivos para evitar reducciones del rendimiento por competencia en los nutrientes, humedad y radiación solar. Cada día que pasa sin quitar las malas hierbas pueden representar hasta 200 kilogramos de rendimiento en maíz.

Reforestar con semilla recubierta grandes extensiones deforestadas, rehabilitar pastizales y sembrar grandes extensiones de praderas hoy en día es posible hacerlo con DRONES para beneficio de la productividad ganadera y la sustentabilidad ambiental.

Y una buena noticia  para los estados de Morelos, Tlaxcala, Hidalgo, Veracruz, Estado de México, Oaxaca y Guerrero es que este servicio ya está disponible en Puebla. Un grupo de profesionistas y empresarios nos hemos conjuntado para ponerlo al servicio de los poblanos y de la región central de México.

Hoy en día, utilizar DRONES para reforestar por semilla, fumigar contra plagas y enfermedades de cultivos, hacer aplicaciones foliares de fertilizantes, resembrar pastizales y sembrar praderas está al alcance de los cultivadores del bosque y de los productores agropecuarios.   

Esta semana que inicia estaremos realizando demostraciones en Morelos con productores de higo, hortalizas y caña de azúcar. Posteriormente, en el municipio de Guadalupe Victoria, Puebla, con productores de zanahoria y brócoli y, posteriormente visitaremos Atencingo con productores cañeros y de hortalizas y, finalmente, en Hidalgo con productores de cebada.