lunes, 28 de agosto de 2017

Formación Cívica y Ética en el Nuevo Modelo Educativo Poblano

Alberto Jiménez Merino


Director de la Comisión Nacional del Agua
                                                                    del Gobierno de la República en el Estado de Puebla 

Uno de los aportes de la reforma educativa, impulsada por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, es la flexibilidad para incorporar contenidos temáticos de importancia regional o prioridad estatal al plan de estudios. No se pueden tener las mismas materias para regiones y condiciones diversas.
Por ejemplo, en Tehuitzingo, un municipio del estado de Puebla que cuenta con 28 comunidades y algunas de éstas se encuentran a la orilla del río Atoyac lo que implica que la mayoría de sus actividades se sustentan en la siembra por riego y pesca ribereña; sin embargo, en otras que están a la orilla de algunas montañas o cerros, sus trabajos se apoyan en la explotación de minerales, pastoreo, caza y aprovechamientos forestales no maderables.
En el valle se cuenta con actividad agrícola de temporal y riego limitado; ganadería caprina y bovina; alfarería y comercio. En él, atraviesa una de las carreteras importantes del estado. En otra comunidad, se cuenta con una presa con derecho al aprovechamiento del agua para pesca y turismo. El agua de la presa tiene como beneficiarios a productores agrícolas de varias comunidades.
Así como sucede en este municipio poblano, nuestro país tiene una gran diversidad biológica y fisiográfica al poseer todos los climas existentes en el mundo; existe en más de la mitad de la superficie del territorio zonas áridas, hay también regiones templadas, cálidas, húmedas y subhúmedas, frías y hielos permanentes.
Por otro lado, en el nuevo modelo educativo se consideran ya como grandes apartados la cultura en tu escuela, salud en tu escuela, planes y programas de estudio, inclusión y equidad, estrategia nacional de inglés, y estrategia para el fortalecimiento y la transformación de las escuelas normales. Destaca que los niños y niñas aprendan a aprender.
Es en este marco del nuevo modelo de enseñanza que se abre la gran oportunidad para priorizar contenidos que ayuden a un mayor desarrollo local de acuerdo con las particularidades existentes. Aunado a ello, se suma el conocimiento de uno mismo y de nuestro entorno y eso es la base para aceptarse y valorar lo propio. Ambas aportaciones forman parte de la tarea del Civismo y la Ética. 
En el Programa integral de formación cívica y ética, un libro de Lilian Álvarez Arellano y otros, publicado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), se propone que los alumnos adquieran ocho competencias a lo largo de su educación primaria: conocimiento y cuidado de sí mismos; sentido de pertenencia a la comunidad, a la nación y al humanidad; autorregulación y ejercicio responsable de la libertad; apego a la legalidad y sentido de justicia; respeto y aprecio de la diversidad; comprensión y aprecio por la democracia; manejo y solución de conflictos; y, participación social y política. 
Inseguridad pública, una de las mayores  preocupaciones
Se entiende por competencia, según los mismos autores, a la capacidad que desarrolla una persona para actuar en una situación determinada, activando y articulando sus conocimientos, habilidades y valores.
Asimismo, una de las mayores preocupaciones de la sociedad y sus gobiernos es la inseguridad pública que se ha convertido en un reclamo recurrente, pero también lo son el deterioro de los recursos naturales de las comunidades así como un incremento de conflictos por su aprovechamiento.
Problemas por el agua, la pobreza existente, el deterioro de la vegetación, la pérdida de la fauna, la contaminación de ríos y cuerpos de agua, la pesca incontrolada y la caza furtiva, son ya temas cotidianos que demandan una mayor atención. El tejido social, la convivencia equilibrada y armónica entre los distintos actores se ha visto dañada.
En nuestro estado, en donde se ha incrementado indiscriminadamente el robo a ductos de Petróleos Mexicanos, el abigeato o robo de ganado, el robo de cosechas o la sobrepesca ribereña por vecinos sin derecho, ya hacía falta abordar los problemas desde la raíz.
Y lo menciono porque en este ciclo escolar, 2017-2018, a través de un trabajo conjunto entre la Secretaría de Educación Pública del Gobierno de la República que dirige Aurelio Nuño y que, representa en Puebla, Carlos Barrientos de la Rosa; la SEP estatal, a cargo de Patricia Vázquez; maestros, padres de familia y especialistas, se ha logrado por acuerdo del Ejecutivo Estatal, Antonio Gali Fayad, regresar la formación cívica y ética al mapa curricular del sistema educativo estatal. 
En la vida, es la educación la vía más importante y efectiva para la transformación social, para formar a las personas. Sin duda, es la capacitación lo único que transforma a un ser humano, es la fuente más importante para promover innovaciones. 
Desde mi perspectiva, una desventaja que se tiene, posiblemente sea el tiempo para empezar a tener respuestas pero, si no trabajamos hoy con nuestros niños, las soluciones seguirán postergándose hasta la eternidad. 
Lo bueno cuenta y queremos que siga contando. 
Un nuevo modelo educativo ya se nota en Puebla, por ello, ¡felicidades señor Presidente por su quinto informe de Gobierno!

lunes, 21 de agosto de 2017

Promover el Desarrollo Comunitario, Tarea Pendiente de la Escuela

Alberto Jiménez Merino
Director de la Comisión Nacional del Agua
                                                                    del Gobierno de la República en el Estado de Puebla 


Cerca de 32 millones de niños y jóvenes regresan a las aulas esta semana en México, con grandes anhelos, ilusiones e incertidumbres, muy pocos con una meta clara de lo que quieren lograr pero con una gran ilusión por parte de los padres por apoyarlos para ser alguien en la vida.

Solo tenemos una oportunidad para preparar a nuestros jóvenes para un futuro que nadie puede predecir. Y qué es lo que estamos haciendo con esa única oportunidad, se pregunta Stephen Covey, en su libro El Líder Interior.

Y, “no hay un mejor regalo que podamos dar a la república que la educación de nuestros jóvenes”, sentenció Marco Tulio Cicerón hace ya varios siglos.

No obstante, y peses a tanto esfuerzo y recurso destinado a la educación, todavía nos encontramos con que la pobreza y el deterioro ambiental son nuestros más graves problemas sociales. La pobreza en la que se encuentran 64 de cada 100 mexicanos es muy lamentable, sin cambios esenciales en los últimos 25 años; asimismo, 8 de cada 10 no han tenido educación financiera.

Temas como la pérdida de la vegetación que rodeaba a las comunidades; el agotamiento y la contaminación de los mantos acuíferos; los ríos de aguas residuales de los pueblos; la pérdida del suelo y la fauna silvestre; y, más grave aún, la pérdida de valores, ha provocado un aumento de la delincuencia así como el quebranto de la convivencia social armónica lo cual amenaza el futuro de las nuevas generaciones.

De igual forma, el sobrepeso, la obesidad y sus consecuencias como la diabetes, hipertensión e infartos tienen mucho que ver con la falta de una adecuada educación alimentaria y nutricional.

Y, no es la escuela la única responsable de resolver los problemas socioeconómicos y ambientales descritos, lo es también la carencia de políticas públicas y la falta de gobernantes con conocimiento y voluntad para atender las necesidades más sentidas de la población.

Sin embargo, la escuela tiene la responsabilidad de formar a los ciudadanos que serán los líderes de las comunidades, aquellos que dirigirán el desarrollo de sus pueblos. Por eso, la formación de líderes es la primera tarea aún pendiente de la escuela. En esta última, se forman profesionistas con una gran carga informativa pero muy poco formativa, con exceso de teoría y muy poca práctica, lo que hace que desconozcan los problemas de sus propios territorios.

Por ello, uno de los mayores problemas y tareas pendientes de la escuela es la incorporación a los contenidos curriculares, las necesidades de las familias y los problemas de las comunidades, es decir, se necesitan unas cosas, pero se enseñan otras sin ninguna relación con lo que la gente hace y vive diariamente.

Si se seca un manantial, buscamos otro; si se seca un pozo de agua, lo mismo; y, si se acaban los árboles de un bosque o los animales silvestres, seguimos con lo que aún queda, aunque esté más lejos.

Los jóvenes están decidiendo su destino sin ningún conocimiento de sí mismos. Casi nadie sabe en qué es bueno. Muchos están haciendo cosas por necesidad, estudiando carreras que no eligieron por decisión, sin conocer en realidad sin son buenos para eso.

Yo estudié agronomía porque era mi única posibilidad de hacer una carrera gracias a los apoyos económicos que Chapingo ofrece. Nunca supe para que era yo bueno.

Las tareas pendientes de la escuela, que hoy me permito recordar que no se han hecho o han sido insuficientes, son; incorporar la educación financiera, la educación alimentaria y nutricional más allá de la prueba del frijolito germinado; la educación ambiental, que no sea solo la importancia del árbol, el aire o la descripción del ciclo hidrológico; necesitamos también que los futuros ciudadanos conozcan los recursos naturales disponibles y su adecuado manejo.

Saber a qué se dedican sus padres y cómo pueden hacerlo mejor, cómo se alimentan, qué hacen ante la presencia de sequías, de huracanes, de inundaciones, etc., ayuda mucho como parte de su formación.

Pero, si nada de esto es posible, solo enseñemos a nuestros niños y jóvenes a identificar en qué son buenos y orientarlos a que se dediquen a eso. Ayúdemoslos a que fortalezcan su personalidad y carácter, a desarrollar su capacidad para expresarse y que aprendan a escuchar, de preferencia, desde los cinco años.

Y si no tienen nada que enseñarles, díganles, con objetividad, lo que pueden llegar a ser. Repítanselo seguido y recuérdenselo cada vez que alguno de nuestros niños o jóvenes logren concluir un ciclo, especialmente cuando terminen su carrera. Desde mi perspectiva, el discurso de graduación, en alguna parte, debe incluir una orientación de lo que pueden llegar a ser.

John Ruskin, escribió: No se trata de enseñar cosas que no sabían, se trata de formar personas que no existían, y, esa es la intención.

Bienvenidos al ciclo escolar 2017-2018.

lunes, 14 de agosto de 2017

Huracán Franklin, una Gran Lección de Coordinación Institucional

Alberto Jiménez Merino
Director de la Comisión Nacional del Agua
                                                                    del Gobierno de la República en el Estado de Puebla 




Con saldo blanco, sin pérdidas humanas que lamentar y solo daños menores, Franklin fue para Puebla un huracán que motivó un gran ejercicio de coordinación institucional, un simulacro que sin duda servirá para atender los 18 ciclones que aún faltan y de los cuales uno está ya en el Océano Pacífico.

El cambio climático es una realidad comprobada por fenómenos meteorológicos que hoy son más frecuentes, inciertos e intensos que derivan en un incremento sustantivo en las afectaciones a las personas, sus bienes y al medio ambiente.

En otras ocasiones hemos referido que el pago de afectaciones meteorológicas se ha incrementado casi siete veces en relación con los años 60 del siglo pasado. Pagos que han representado más del 5% del Producto Interno Bruto Mundial PIB, cuando el crecimiento de la economía es en promedio 2.5%, anualmente.

Ciclones tropicales, heladas, granizadas, tornados, sequías, inundaciones por lluvias intensas y elevaciones de nivel del mar, hoy son una gran amenaza que demandan con urgencia cambios más acelerados y significativos en las políticas públicas, en la educación y concientización de la población, en el manejo de los residuos sólidos, eliminación del plástico, tratamiento de las aguas residuales, recuperación de la vegetación perdida.

Se requiere un mayor compromiso en el cambio de políticas que reduzcan la emisión de contaminantes a la atmósfera como los que provocan los combustibles fósiles derivados del petróleo y dar paso a mayor velocidad a la adopción de energías limpias en sus diversas modalidades.

Pero fundamentalmente, se requiere que las ganancias de hoy no sean a costa de sacrificar los recursos naturales que requerirán las generaciones futuras. Que el dólar ganado hoy no se convierta en los 100 que se requerirán mañana para recuperar el medio ambiente deteriorado que se herede a nuestros hijos. 

Cuando el Servicio Meteorológico Nacional dependiente de la Comisión Nacional del Agua informó de la presencia de la Tormenta Tropical Franklin, inmediatamente se procedió, con urgencia, a informar al Gobernador del Estado de Puebla, Antonio Gali Fayad.

El ejecutivo, con prontitud convocó al Consejo Estatal de Protección Civil a través de la Secretaria General de Gobierno a Cargo de Diódoro Carrasco Altamirano. También se convocó al Gabinete Estatal y a la Representación del Gobierno de la República a través de las Delegaciones Federales.

Se crearon por el Gobierno del Estado Cinco centros operativos; Teziutlán, Huauchinango, Zacapoaxtla, Guadalupe Victoria y Coxcatlán. En cada uno, un Secretario del Gobierno Estatal era responsable junto con un Delegado Federal. Se tomaron todas las previsiones. Se acondicionaron albergues para la población que habita en zonas de riesgo.

La Secretaría de la Defensa Nacional activó el Plan DN-III para la protección a las personas. Todas las dependencias estatales y federales hicieron su parte conforme a su responsabilidad.

La Comisión Nacional del Agua CONAGUA destinó equipo de potabilización y transporte de agua que se instaló en Juan Galindo y Teziutlán. También hubo un representante de nivel subdirector estatal en cada centro operativo. El Coordinador Nacional de Atención a Emergencias Omar Gómez Ruiz y el Subgerente Nacional de Proyectos de Agua Potable estuvieron instalados en Juan Galindo pata atender esta emergencia. La coordinación para revisar y regular los niveles de las presas, estaba lista.

Afortunadamente la tormenta tropical al tocar tierra se convirtió en Huracán nivel 1 y fue perdiendo fuerza. Los 250 -300 mm de lluvia que esperábamos no se presentaron. Hubo un saldo blanco.

Al margen de creencias políticas, vi una gran colaboración de todos los actores, un gran entusiasmo por atender cada quien sus tareas, entendiendo muy claramente sus responsabilidades para proteger a la población, principio y fin de la administración pública.

No debiera hacer falta una amenaza climática para actuar coordinadamente, debe ser una práctica cotidiana y un ejercicio de gobierno permanente en sus tres niveles. No siempre se logra, menos cerca de elecciones. Si los problemas nos unen, veamos ahora como mantenernos unidos en favor de Puebla y México.

lunes, 7 de agosto de 2017

Captar Agua de Lluvia en los Techados, para el Consumo Humano

Alberto Jiménez Merino
Director de la Comisión Nacional del Agua
                                                                    del Gobierno de la República en el Estado de Puebla 

Toda el agua de lluvia que cae en los techados, se pierde lamentablemente hacia las calles mediante tubos de desagüe directos o conectados a drenajes. Ha sido una forma común de tirar agua tan valiosa y escasa, para después comprarla en pipas, garrafones y botellas.

El promedio nacional de lluvia en México se estima en 772 litros por metro cuadrado anualmente, equivalente a 7 millones 720 mil litros por ha. Aunque hay lugares tan pobres de lluvias con 200 litros/m2/año hasta 3500 litros/m2/año; de 2 millones hasta 35 millones de litros por hectárea es la variación nacional.

Abastecer de agua a una familia o una comunidad, ha dependido en la mayoría de los casos de una fuente superficial o subterránea. De hecho, los centros de población se crearon siempre a la orilla de ríos o fuentes de agua. Esta abundancia en las fuentes tradicionales, provocó ignorar a la lluvia como fuente directa de agua.

Desafortunadamente, en las zonas urbanas donde ya existe agua entubada, hay problemas de abasto como ocurre en las 38 principales ciudades de México. Las tuberías cumplieron ya su vida útil y no existen aún, redes para captar la lluvia hacia sitios de aprovechamiento.

Las aguas pluviales crean ríos en las calles, se mezclan con las aguas residuales sin ningún beneficio y por el contrario causan sobrecarga de los sistemas de tratamiento, desestabilizando los procesos. Al igual que los residuos sólidos, hay que separar agua pluvial y drenaje para lo que se requiere contar con dobles sistemas, seguramente
dobles costos.

Captar la lluvia no es algo nuevo. Mayas, Popolocas y Franciscanosya recolectaban y guardaban el agua de lluvia, incluso estos últimos criaban peces. Actualmente países como Israel, España, China, Bangladesh y Singapur apoyan su economía en la recolección y utilización directa del agua de lluvia, acción incorporada a su legislación. En Ciudad del Carmen, Campeche se vendía agua de lluvia distribuida en carretas.

Hay muchas experiencias de captación de agua de lluvia en localidades rurales como Atecax, Xiutetelco; San José de Gracia, Molcaxac; San Baltazar Torija, Tecali; Tulcingo y Coyomeapan en el estado de Puebla. Agueda Merino Córdova, quien me mandaba por el
agua en 1965, instaló en Tehuitzingo su sistema de recolección de lluvia en una cisterna de 16,000 litros en el año de 1998.

En el año 2000 Melquiades Morales Flores creó un programa para cosechar la lluvia en tinacos-cisternas que complementaban el abasto de agua a las familias. Solo en el primer año participaron 2,500 familias. Y el siguiente más de 5000. En los primeros meses del 2004, el Gobierno del estado y la Secretaria de Agricultura SAGARPA entregaron 750 tinacos y cintilla de riego por goteo para producir hortalizas en huertos familiares.

Durante el Gobierno de Mario Marín Torres se apoyaron 17,000 familias con tinacos para captar y almacenar agua para la producción de alimentos en pequeños espacios y contribuir a la seguridad alimentaria de las familias. En los últimos años esto solo ha quedado como entrega simple de tinacos previo a procesos electorales.

La semana pasada tuve la oportunidad de visitar el Municipio de Francisco Z Mena. Allí con el presidente Municipal, conocí el importante proyecto de captación de lluvia para abastecer de agua a familias de Guadalupe Victoria y Arroyo Seco, que realizaron investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo.

Familias muy pobres, sin acceso al agua, porque esta debe bombearse del Rio Pantepec fueron capacitadas y apoyadas para construir por si mismas los sistemas de captación. La Comisión Nacional del Agua CONAGUA reconoce la voluntad del Presidente Municipal y el apoyo de Chapingo.

En 2016, en 9 comunidades poblanas de Eloxochitlán, Olintla, Coyomeapan y Ajalpan, se instalaron con apoyo del Programa PROCAPTAR de la Comisión Nacional del Agua, 651 sistemas de captación de lluvia. Pueblos que no tenían agua potable hoy tienen cisternas de 10,000 litros para este fin. Pero además se apoyó la dignificación de sus baños y se instaló un biodigestor para tratar las aguas residuales de la vivienda.

Para que las cosas sucedan siempre es necesario el conocimiento y la voluntad de políticos comprometidos con su responsabilidad. Por eso reconozco el impulso que da, a la captación de lluvia como una opción de abasto de agua, el maestro Roberto Ramírez de la Parra, Director General de la Comisión Nacional del Agua del Gobierno de la República.

Captar la lluvia en los techados de las construcciones es ya la tercera vía de abasto en comunidades sin mar y sin reúso de aguas residuales.